Para
la redacción del Plan de Emergencias puede utilizarse el modelo
indicado en La Orden de 29.11.1984 del Ministerio del Interior.
Protección Civil. "Manual de Autoprotección.
Guía para el desarrollo del Plan de Emergencias contra incendios
y de evacuación de locales y edificios".
Aunque la utilización de esta guía es voluntaria,
salvo que alguna normativa municipal o estatal obligue a ello, su
aplicación facilita significativamente los pasos a realizar
para evaluar el riesgo, redactar e implantar un Plan de Emergencias.
La
aplicación efectiva de esta guía permite:
Conocer los edificios y sus instalaciones, la peligrosidad
de las distintas zonas de los mismos, los medios de protección
disponibles, las carencias existentes según normativa vigente.
Garantizar la fiabilidad de todos los medios de protección
y las instalaciones generales.
Evitar las causas de origen de emergencias.
Disponer de personas organizadas, formadas y adiestradas
que garanticen rapidez y eficacia en el control de emergencias.
Tener informados a todos los ocupantes del edificio de cómo
deben actuar ante una emergencia.
Además
de esta Orden resulta necesario conocer otra legislación
aplicable para la redacción del Plan de Emergencias como
puede ser:
R.D. 786/2001 Reglamento de seguridad contra incendios en
establecimientos industriales: indica las condiciones de protección
contra incendios que deben contar los establecimientos y almacenamientos
industriales.
NBE-CPI-96 Condiciones de protección contra incendios
en los edificios: indica las condiciones de protección contra
incendios que deben contar los establecimientos excluidos los de
uso industrial y de almacenamiento.
Ordenanza municipal de protección contra incendios:
indica las condiciones de protección contra incendios que
deben cumplir los establecimientos que radican en el municipio.
RD 1942/93 Reglamento de instalaciones de protección
contra incendios: contiene las condiciones que deben cumplir los
medios de extinción y detección de incendios.
El manual de autoprotección se estructura en cuatro documentos
que cubren cuatro fases para su correcta aplicación:
Documento 1: Evaluación del
riesgo.
Documento 2: Medios de protección.
Documento 3: Plan de emergencia.
Documento 4: Implantación.
Documento
1: Evaluación del riesgo
Este documento tiene por objeto la identificación
del riesgo potencial de incendio, su valoración y su localización
en el edificio.
Riesgo potencial
Para su identificación debe indicarse de modo detallado las
situaciones peligrosas existentes con todos sus factores de riesgo
determinantes. En especial se describirán:
Emplazamiento del establecimiento respecto a su entorno.
Situación de los accesos, anchura de las vías
públicas o privadas, accesibilidad de vehículos de
bomberos, etc.
Ubicación de medios exteriores de protección:
hidrantes, etc.
Características constructivas del edificio, entre
ellas: vías de evacuación, sectores de incendio, RF
de elementos estructurales, etc.
Actividades que se desarrollen en cada planta, con su situación
y superficie que ocupen.
Ubicación y características de las instalaciones
y servicios.
Número máximo de personas a evacuar en cada
área con el cálculo de ocupación según
los criterios de la normativa vigente (NBE-CPI/96, Reglamento de
seguridad contra incendios en establecimientos industriales, Ordenanza
Municipal contra incendios).
Evaluación
En este documento se realiza una valoración que pondere las
condiciones del estado actual de cada uno de los riesgos considerados
en cada área, así como su interrelación.
Para
la evaluación del riesgo intrínseco se utilizan los
criterios en la normativa vigente que le afecte (NBE-CPI/96, Reglamento
de seguridad contra incendios en establecimientos industriales,
Ordenanza Municipal contra incendios). Estos métodos clasifican
el nivel de riesgo en alto, medio y bajo.
Independientemente de estos criterios de valoración; en función
del uso del edificio, de la peligrosidad de los productos o instalaciones
existentes, de su complejidad o de otros parámetros, se podrán
utilizar para este método de evaluación específicos
o más precisos. Así por ejemplo pueden ser útiles
el método Gretener, cuando se quiera analizar la seguridad
contra incendios, o si se trata de profundizar en el conocimiento
de la fiabilidad de instalaciones o equipos podrá ser útil
el método del árbol de fallos.
Las
condiciones de evacuación del edificio también deben
ser evaluadas en función del cumplimiento o no de la normativa
vigente, definiéndose las condiciones de evacuación
en adecuadas e inadecuadas.
Planos
de situación y emplazamiento
La información recopilada y evaluada del riesgo se representará
gráficamente en planos realizados en un formato manejable
y a escala adecuada. Los símbolos gráficos utilizados
se corresponderán a la norma UNE 23-032.
De estos planos deben realizarse tres ejemplares: uno para el cuerpo
de bomberos, uno para la dirección del establecimiento y
el tercero para depositarlo en un armario o similar situado en la
entrada principal del edificio e identificado con la leyenda "uso
exclusivo de bomberos".
Documento
2: Medios de protección
Este documento es un inventario de los medios técnicos
y humanos necesarios para combatir las causas y consecuencias de
las situaciones de emergencia.
Este documento incluye los siguientes apartados:
1. Inventario de medios técnicos
Se realiza una descripción detallada de los medios técnicos
necesarios y que se dispongan para la autoprotección. En
particular se describirán las instalaciones de detección,
de alarma, los equipos de extinción de incendios, los alumbrados
especiales (señalización, emergencia, reemplazamiento)
y los medios de socorro y rescate indicando para cada uno de ellos
sus características, ubicación, adecuación,
nivel de dotación, estado de mantenimiento, etc.
2. Inventario de medios humanos
Se efectuará una descripción detallada de los medios
humanos necesarios y disponibles para participar en las acciones
de autoprotección. El inventario se efectuará para
cada lugar y para cada tiempo que implique diferentes disponibilidades
humanas: día, noche, festivos, vacaciones, etc.
Debe especificarse el número de equipos necesarios con el
número de sus componentes en función de sus cometidos.
Debe justificarse la dotación de componentes de cada equipo
así como su distribución en todo el edificio. Los
equipos deben cubrir toda el área del edificio, repartiéndoselo
por zonas, de manera que cada equipo tenga definida un área
de actuación, que generalmente se corresponderá con
aquella en la que esté ubicados sus puestos de trabajo.
3. Planos de edificio por plantas
Se representan gráficamente en planos la localización
de los medios de protección y vías de evacuación
existentes.
Estos planos, deben estar realizados en un formato manejable y a
escala adecuada, y deben contener, como mínimo, la siguiente
información:
Compartimentación y resistencia al fuego.
Vías de evacuación principales y alternativas.
Medios de detección y alarma.
Sistemas de extinción fijos y portátiles, manuales
y automáticos.
Señalización y alumbrado de emergencia.
Almacén de materias inflamables y otros locales de
especial peligrosidad.
Ocupación por zonas.
Situación de interruptores generales de suministro
eléctrico, válvulas de cierre de las instalaciones
de suministro de gas, etc.
Ubicación de medios materiales para los equipos de
emergencia.
De estos planos se realizarán tres ejemplares, dándoseles
idéntica distribución a la de los planos de situación
y emplazamiento de las zonas de riesgo: uno para el cuerpo de bomberos,
uno para la dirección del establecimiento y el tercero para
depositarlo en un armario o similar situado en la entrada principal
del edificio e identificado con la leyenda "uso exclusivo de
bomberos".
Documento
3: Plan de Emergencias
Este documento contiene el esquema de actuaciones
a realizar en caso de emergencia. Del estudio anterior de los riesgos
potenciales y de los medios de protección con los que se
cuenta, se derivarán las actuaciones que se plasmarán
en el Plan de Emergencias.
El Plan de Emergencias ha de dar respuesta clara, concreta y concisa
a las preguntas: ¿qué se hará?, ¿quién
lo hará?, ¿cuándo?, ¿cómo? y
¿dónde se hará?, planificando la organización
humana con los medios necesarios que la posibilite.
En este documento se incluirán los siguientes aspectos:
Clasificación de emergencias
La elaboración de los planes de actuación se hará
teniendo en cuenta la gravedad de la emergencia, las dificultades
de controlarla y sus posibles consecuencias y la disponibilidad
de medios humanos.
En función de la gravedad de la emergencia, ésta suele
clasificarse en distintos niveles:
a. Conato de emergencia: situación que puede ser controlada
y solucionada de forma sencilla y rápida por el personal
y medios de protección del local, dependencia o sector.
b. Emergencia parcial: situación que para ser dominada requiere
la actuación de equipos especiales del sector. No es previsible
que afecte a sectores colindantes.
c. Emergencia general: situación para cuyo control se precisa
de todos los equipos y medios de protección propios y la
ayuda de medios de socorro y salvamento externos. Generalmente comportará
evacuaciones totales o parciales.
En función de la disponibilidad de medios humanos, los planes
de actuación pueden clasificarse en diurnos (a turno completo
y en condiciones normales de funcionamiento), nocturnos, festivos,
y vacacionales.
Acciones
Las distintas emergencias requerirán la intervención
de personas y medios para garantizar en todo momento:
La alerta, que de la forma más rápida posible
pondrá en acción a los equipos del personal de primera
intervención interiores e informará a los restantes
equipos del personal interiores y a las ayudas externas.
La alarma para la evacuación de los ocupantes.
La intervención para el control de las emergencias.
El apoyo para la recepción e información a
los servicios de ayuda exterior.
Para lograr una correcta coordinación entre todos los estamentos
actuantes ante una emergencia y dar eficacia y fluidez a las órdenes
que darán lugar a la activación de las distintas acciones
a tomar, es aconsejable centralizar en un centro de control la información
y toma de decisiones durante el desarrollo de una situación
de emergencia. Éste estará ubicado en un lugar accesible
y seguro del edificio. En el mismo estarán centralizados
los medios de comunicación interior y exterior, números
de teléfono importantes, centrales de alarma y en general
toda la información necesaria durante una emergencia.
Equipos de emergencia: denominación, composición y
misiones.
Constituyen el conjunto de personas especialmente entrenadas y organizadas
para la prevención y actuación en accidentes dentro
del ámbito del establecimiento.
En materia de prevención su misión fundamental consiste
en evitar la coexistencia de condiciones que puedan originar el
siniestro.
En materia de protección, hacer uso de los equipos e instalaciones
previstas a fin de dominar el siniestro o en su defecto controlarlo
hasta la llegada de ayudas externas, procurando, en todo caso, que
el coste en daños humanos sea nulo o el menor posible.
Para ello, deberán estar informados de la dotación
de medios de que se dispone, formados en su utilización y
entrenadas a fin de optimizar su eficacia.
Los equipos se denominarán en función de las acciones
que deban desarrollar sus miembros.
Equipo de alarma y evacuación (E.A.E.).
Sus principales misiones son: comprobación de que las vías
de evacuación están libres y practicables, toma de
puestos en puntos estratégicos de las rutas de evacuación,
y dirigir el flujo de evacuación:
Conducción y barrido de personas hacia las vías
de evacuación.
En puertas, controlando la velocidad de evacuación
e impidiendo aglomeraciones.
En accesos a escaleras, controlando el flujo de personas.
Impidiendo la utilización de los ascensores en caso
de incendio.
En salidas al exterior, impidiendo las aglomeraciones de
sujetos evacuados cerca de las puertas.
El E.A.E debe también comprobar la evacuación de sus
zonas y controlar las ausencias en el punto de reunión exterior
una vez que se haya realizado la evacuación.
El número de personas que componen el E.A.E. puede ser muy
variable, debido a que los componentes necesarios para las labores
de barrido dependen de las características de la actividad
y del edificio:
Ocupación, número de plantas y superficie de las mismas,
etc. El perfil de estas personas, debe ser tal que entre otras características
tengan serenidad y sepan infundir y transmitir tranquilidad a los
demás.
Equipos de primeros auxilios (E.P.A.).
Su misión es prestar los primeros auxilios a los lesionados
durante una emergencia. Para ello deberá estar capacitado
para decidir la atención a prestar a los heridos de forma
que las lesiones que presentan no empeoren y proceder a la estabilización
de los lesionados graves, a fin de ser evacuados. Asimismo debe
tener el criterio de priorización ante la atención
de lesiones.
Para un correcto y eficaz desarrollo de su cometido los integrantes
de los E.P.A. deben tener formación y adiestramiento continuados
en emergencias médicas, urgencias médicas, inmovilización,
movilización y transporte de heridos.
Equipos de Primera Intervención (E.P.I.)
Sus misiones serán las siguientes:
Evitar la aparición de incendios, conocerán
las normas fundamentales de la prevención de incendios.
Combatir conatos de incendio con extintores portátiles
(medios de primera intervención) en su zona de actuación
(planta, sector, etc.). Fuera de su zona de actuación los
componentes del E.P.I. serán un ocupante más del establecimiento,
a no ser que sea necesaria su intervención en otras zonas
(en casos excepcionales).
Apoyar a los componentes del Equipo de Segunda Intervención
cuando les sea requerido. (Tendido de mangueras, etc.).
El número de componentes del E.P.I. será orientativamente
similar al número de unidades extintoras colocadas.
La actuación de los miembros de este equipo será siempre
por parejas. Si existiesen sistemas fijos de extinción en
alguna zona, el EPI de ésta conocerá su operación.
Los componentes del EPI tendrán además formación
en los siguientes temas: conocimiento del fuego, métodos
de extinción, agentes extintores, extintores portátiles,
prácticas de extinción con extintores portátiles,
operaciones en sistemas fijos de extinción (en su caso) y
Plan de Emergencias.
Equipo de Segunda Intervención (E.S.I.)
Este equipo representa la máxima capacidad extintora del
establecimiento. Su ámbito de actuación será
cualquier punto del establecimiento donde se pueda producir una
emergencia de incendio.
Deben ser personas localizables permanentemente durante la jornada
laboral mediante algún medio de transmisión fiable
(llamada colectiva, buscapersonas, radio, etc.).
Deberán tener formación y adiestramiento adecuados
en el combate del tipo de fuegos que puedan encontrar en establecimientos
con medios de primera intervención (extintores portátiles),
de segunda intervención (mangueras) y, en su caso, equipos
especiales (sistemas fijos de extinción, equipos de respiración
autónoma, etc.). Deben asimismo conocer exhaustivamente el
Plan de Emergencias.
La composición mínima del E.S.I. debe ser de tres
personas, pudiendo formar más de un equipo cuando las circunstancias
de amplitud del establecimiento lo requieran. (Tiempos de intervención
demasiado dilatados, etc.).
Jefe de Intervención (J.l.)
Dirigirá las operaciones de extinción en el punto
de la emergencia, donde representa la máxima autoridad, e
informará y ejecutará las órdenes que reciba
del jefe de emergencia (J.E.) a través de algún medio
de comunicación fiable. Deberá ser una persona permanentemente
localizable durante la jornada laboral de manera similar a los E.S.I.,
con un conocimiento bastante, profundo teórico-práctico
en seguridad contra incendios, buenas dotes de mando y un profundo
conocimiento del Plan de Autoprotección.
A la llegada del servicio público de extinción les
cederá el mando de las operaciones informando y colaborando
con los mismos en lo que le sea solicitado.
Jefe de Emergencia (J.E.)
Es la máxima autoridad en el establecimiento durante las
emergencias. Actuará desde el centro de control (lugar donde
se centraliza las comunicaciones) a la vista de las informaciones
que reciba del Jefe de Intervención desde el punto de la
emergencia.
Poseerá sólidos conocimientos de seguridad contra
incendios y del Plan de Autoprotección debiendo ser una persona
con dotes de mando y localizable durante las 24 horas del día.
Decidirá el momento de la evacuación del establecimiento.
Las personas integrantes de un equipo pueden formar parte de otro
equipo si resulta más adecuado de acuerdo con las disponibilidades
de personal en la empresa.
Esquemas operacionales para el desarrollo del plan
Se diseñarán diagramas de flujo que contengan las
secuencias de actuación de cada equipo en función
de la gravedad de la emergencia. Cuando la complejidad lo aconseje,
se elaborarán diagramas parciales. Estos esquemas se referirán
de forma simple a las operaciones a realizar en las acciones de
alerta, intervención y apoyo entre las Jefaturas y los Equipos.
A continuación se muestran unos esquemas operacionales a
título de ejemplo que no significan que sean los únicos
válidos, ya que en función de las particularidades
de cada empresa habrá que diseñar los esquemas que
mejor se adapten a la misma.




Documento
4: Implantación
La implantación del Plan de Emergencias es
el conjunto de medidas a tomar o secuencia de acciones a realizar
para asegurar la eficacia operativa del mismo.
La responsabilidad de implantación del Plan recae en el titular
de la actividad. El personal directivo, técnico, mandos intermedios
y trabajadores del establecimiento participarán activamente
en la implantación.
El titular de la actividad puede delegar la coordinación
de las acciones necesarias para la implantación y mantenimiento
del plan del Jefe de Emergencia.
Los medios técnicos de prevención y protección
contra incendios así como las instalaciones peligrosas deben
ser sometidos a un programa de mantenimiento exigibles según
la legislación vigente. Los medios técnicos de prevención
y protección además de las revisiones obligatorias
por empresa mantenedora autorizada, deben realizarse una serie de
operaciones por parte del titular de la instalación.
OPERACIONES
A REALIZAR POR EL PERSONAL DEL TITULAR DE LA INSTALACIÓN
DEL EQUIPO
|
EQUIPO
|
CADA TRES MESES
|
CADA
SEIS MESES
|
Sistemas
automáticos de detección y alarma de incendios |
-
Comprobación de funcionamiento de las instalaciones (con
cada fuente de suministro)
- Sustitución de pilotos, fusibles, etc., defectuosos
- Mantenimiento de acumuladores (limpieza de bornas, reposición
de agua destilada, etc.) |
|
Sistema
manual de alarma de incendios |
-
Comprobación de funcionamiento de la instalación
(con cada fuente de suministro)
- Mantenimiento de acumuladores (limpieza de bornas, reposición
de agua destilada, etc.) |
|
Extintores
de incendio |
-
Comprobación de la accesibilidad, buen estado aparente
de conservación, seguros, precintos, inscripciones, manguera,
etc.
- Comprobación del estado de carga (peso y presión)
del extintor y del botellín de gas impulsor (si existe)
estado de las partes mecánicas (boquilla, válvulas,
manguera, etc.) |
|
Bocas
de incendio equipadas (B.I.E.) |
-
Comprobación de la buena accesibilidad y señalización
de los equipos
- Comprobación por inspección de todos los componentes,
procediendo a desenrollar la manguera en toda su extensión
u accionamiento de la boquilla caso de ser de varias posiciones
- Comprobación, por lectura del manómetro, de
la presión de servicio
- Limpieza del conjunto y engrase de cierres y bisagras en puertas
del armario |
|
Hidrantes
|
-
Comprobar la accesibilidad a su entorno y la señalización
en los hidrantes enterrados
- Inspección visual comprobando la estanqueidad del conjunto.
Quitar las tapas de las salidas, engrasar las roscas y comprobar
el estado de las juntas de los racores |
-
Engrasar la tuerca de accionamiento o rellenar la cámara
de aceite del mismo
- Abrir y cerrar el hidrante, comprobando el funcionamiento
correcto de la válvula principal y del sistema de drenaje |
La
adecuación de los medios humanos a las necesidades del plan
no se limitará a la constitución de equipos. A tal
fin se celebrarán reuniones informativas a las que asistirán
todos los ocupantes habituales del edificio, en las que se explicará
el Plan de Emergencias, entregando a cada uno por escrito las consignas
generales de autoprotección a conocer y tomar. Estas se referirán,
al menos, a:
Precauciones a adoptar para evitar las causas que pueden
originar una emergencia.
Forma en que deben informar cuando detecten una emergencia.
Forma en que se les transmitirá la alarma.
Información sobre lo que se debe hacer y lo que no
ante una emergencia.
Los equipos de emergencia y sus jefes recibirán formación
y adiestramiento adecuados a las misiones que se les encomiendan
en el plan. Al menos una vez al año se programarán
cursos y actividades de este tipo.
Asimismo, para información de visitantes y usuarios del establecimiento
se dispondrán carteles con consignas sobre prevención
de riesgos y actuación en caso de emergencia. Podría
ser útil complementar tal medida con hojas informativas personales.
Simulacros
Se efectuarán al menos una vez al año. Los objetivos
principales de los simulacros son:
Detectar errores u omisiones tanto en el contenido del Plan
como en las actuaciones a realizar para su puesta en práctica.
Habituar a los ocupantes a evacuar el edificio.
Prueba de idoneidad y suficiencia de equipos y medios de
comunicación, alarma, señalización, alumbrados
especiales y de extinción en su caso.
Adquirir experiencia y soltura en el uso de equipos y medios.
Estimación de tiempos de evacuación, de intervención
de equipos propios y de intervención de ayudas externas.
Los simulacros deberían realizarse con el conocimiento y
con la colaboración del cuerpo de bomberos u otras ayudas
externas que tengan que intervenir en caso de emergencia. Asimismo,
es necesario solicitar permiso de las autoridades en caso de que
se prevea que puedan ocasionarse problemas de tráfico.
La preparación de los simulacros debe ser exhaustiva, dejando
el menor resquicio posible a la improvisación, previendo,
entre otros, los problemas que la interrupción de la actividad,
aunque sea por un espacio corto de tiempo, pueda ocasionar. Se debe
disponer de personal para el cronometraje.
La información al personal en un primer simulacro debe ser
total, incluso indicando día y hora. En función de
los resultados se disminuirá aquella gradualmente, hasta
llegar a realizarlos sin previo aviso, con lo que se conseguirá
que las actuaciones se desarrollen casi de manera automática.
Por último, será necesario contemplar la posibilidad
de emergencia real durante el simulacro y disponer de los medios
necesarios para su control.
Programa de implantación
Siguiendo
un orden de prioridades, y de acuerdo con un calendario a fijar
por la Dirección de la empresa, se programarán, para
la implantación del Manual, las actividades siguientes:
a)
Estudio detallado del Manual de Autoprotección por parte
de las personas designadas para ello por la Dirección de
la empresa.
b) Confección de las consignas de prevención y de
actuación en caso de incendio, para distribuirlas a la totalidad
de las personas que trabajan en el recinto.
c) Colocación, en lugares estratégicos del centro,
de directorio de emergencias así como la relación
de personal designado.
d) Selección, formación y adiestramiento de los componentes
de los distintos equipos de emergencia.
e) Diseño y realización de un simulacro.
f) Reuniones informativas anuales con el personal.
h) Mantenimiento y revisiones de las medidas de emergencia.
Programa de mantenimiento
Se preparará un programa anual con su correspondiente calendario,
que comprenderá las actividades siguientes:
a) Cursos periódicos de formación y adiestramiento
del personal.
b) Mantenimiento de las instalaciones que representen un riesgo
potencial de incendio.
c) Mantenimiento de las instalaciones de detección, alarma
y extinción.
d) Inspecciones de seguridad.
e) Simulacros de emergencia.
Investigación
de siniestros
En
caso de producirse una emergencia en el centro, se estudiarán
las causas que dan lugar al mismo, el comportamiento de las personas
y los equipos de emergencia y se adoptarán las medidas correctoras
necesarias.
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